Como ya sabemos: construir, mantener y fomentar relaciones confiables, duraderas y rentables es el objetivo de la Inteligencia Relacional. Habilidades como: el autoconocimiento, el manejo de las emociones propias, la empatía, la interpretación de las emociones y de los punto de vista de otros son esenciales para transformar las simples interacciones en relaciones confiables, duraderas y rentables (pilares fundamentales de nuestra vida).
Esto se torna evidente en este simple ejercicio:
Estás tomando café con un cliente que quiere que le soluciones un problema. Estás muy ocupado, tienes muchos temas en tu cabeza. Simultáneamente, mientras le escuchas su requerimiento, contestas un mensaje de texto y luego lees un correo. Hablas con el cliente, tu boca responde, pero tus ojos están en el teléfono celular. Posiblemente estés pensando en una solución para él pero tu cuerpo está dando otras señales. Más tarde te llama el cliente y te dice que ya no necesita de tu ayuda, que se va con la competencia. Te quedas frío y no entiendes la razón, pero la realidad es que tu Inteligencia Relacional falló.
En la era de la inmediatez y de la multitarea que estamos viviendo, el desarrollo de la Inteligencia Relacional se vuelve un imperativo para poder vivir el presente; ya que es aquí donde se llevan a cabo esas “relaciones efectivas”.
La conciencia del momento actual y sus relaciones son la propuesta de Jeremie Kubicek (Keynote speaker) autor del libro “5 Gears: How to Be Present and Productive When There Is Never Enough Time” (2015) que podríamos traducirlo como “Los 5 mecanismos para estar presente y ser productivo cuando no hay tiempo”.
Para Kubicek, “la Inteligencia Relacional es la habilidad de conectar y estar presente con los demás en medio de cualquier tarea”; la compara con la caja de cambios de un carro: así como este último tiene distintas marchas para distintas situaciones, cada persona debe ponerse en la marcha correcta, dependiendo de sus circunstancias para que la Inteligencia Relacional funcione a su máximo potencial. Nos propone 5 “marchas” o mecanismos con los que debemos funcionar a lo largo de nuestra jornada diaria:
Los ejercicios de conciencia son el punto central de esta fórmula. Revisar cada una de las marchas y ser consciente de cuál de ellas necesitas de acuerdo al momento o contexto de la vida en que te encuentres: laboral, familiar, con los amigos, etc. Detectar cuál de las marchas no está funcionando bien y rectificar son fundamentales para adquirir una ventaja competitiva en este mundo multitareas.
Finalmente, este autor considera que el Coeficiente Intelectual -IQ- ha dejado de tener un gran peso al momento de seleccionar personal; tienen mayor oportunidad aquellas personas que se destacan entre la multitud por su capacidad de conectar con los demás. Considera que el desarrollo de la Inteligencia Relacional incrementa la influencia y la simpatía que genera una persona, la hace más atractiva de tal manera que el resto de gente quiere estar cerca de ella y seguirla, característica esencial de un líder.
Una persona con una Inteligencia Relacional desarrollada está presente en el aquí y en el ahora; sabe con quién está y deduce qué es lo que las personas que le rodean necesitan, sabe que las mismas palabras o las mismas actitudes no son siempre las apropiadas en todos los contextos.
Como dice Kubicek “Ser deliberado, querer el presente, eso es Inteligencia Relacional”.
Kubicek, J. (2015), 5 Gears: How to Be Present and Productive When There Is Never Enough Time. John Wiley & Sons. U.S.A.