Me encanta conversarcon quienes practican habilidades blandas como la escucha activa, la comunicación asertiva, el optimismo realista, la apreciatividad y el respeto; estas personas tienen en sus capacidades duras conocimientos muy especializados en un tema o campo, pero además, cuentan con una amplia cultura general. Por esta razón es posible conversar con ellos de cualquier tema, inclusive de temas tabús como: política, sexo, religión o deporte sin llegar a controversias. Una característica del perfil de estas personas es que frecuentan las librerías o se las ve tomando un café leyendo un libro impreso o digital.
Por otro lado, también conozco a personas que constantemente andan con un libro bajo el brazo y tienen la fama de ser personas desagradables en su trato, con una mala reputación tanto en la empresa donde trabajan o dirigen, como en sus familias con sus esposas e hijos. Les encantan ser escuchados y cuando conversan manipulan el diálogo para centrarse en su tema de dominio, del cual difícilmente saldrán y su posición será siempre la dominante.
Por lo tanto, ¿qué diferencia a unos y a otros, si ambos hasta podrían leer los mismos libros?
En el primer caso, esas personas con quienes me gusta dialogar y de quienes aprendo mucho, me he dado cuenta que llevan a cabo una lectura inteligente, es decir una lectura comprensiva sumada a un ejercicio de reflexión y de análisis, que culmina en una puesta en práctica de los aprendizajes recabados del libro en su accionar profesional y personal, inclusive en su comunicación verbal; logrando que el libro les sea de real utilidad para la consecución de sus objetivos y propósitos.
En el segundo caso, aquellas personas lectoras, pero desagradables en su interrelación demuestran que compran y leen libros para alimentar su ego; para tener la capacidad, sobre todo de refutar cualquier ambigüedad o imprecisión y para salir triunfante en una discusión, conferencia o reunión.
Por lo tanto, ¿más libros te hace más libre?
Sí, siempre y cuando leamos mucho de manera inteligente, en conciencia plena, justificando los por qué y los para qué de ese libro, contrastando diversas opiniones, sacando nuestras propias conclusiones y aplicándolas en los múltiples ámbitos en los que nos desenvolvemos: familiar, profesional, empresarial…; pero, el más importante, en nuestro diálogo interno, porque nuestra libertad parte de nuestra conciencia e inconsciencia, de nuestros paradigmas y prejuicios, de nuestro ser más íntimo.
Más libros nos dota de mayor libertad para elegir nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras acciones y nuestras compañías; tomando en cuenta que la libertad debería venir acompañada del compromiso y de la responsabilidad: compromiso para que mis actos generen resultados positivos y responsabilidad para hacerme cargo y solucionar cuando mis actos provoquen resultados negativos.
Más libros, más relaciones inteligentes
Más libros nos proveerá de mayor posibilidades para enfrentar y solucionar un desafío e inclusive una crisis. Más libros ampliará nuestro networking presencial y virtual generando relaciones inteligentes, es decir relaciones confiables, duraderas y rentables -el propósito de la Inteligencia Relacional- y con ello potenciará nuestra Marca Personal. Leer más sobre Inteligencia Relacional.
Tengamos en cuenta que en una realidad globalizada, inFoxicada y comunicada a un nivel superlativo, para salir de situaciones profesionales, empresariales o económicas desafiantes o caóticas, la calidad y el alcance de nuestras relaciones interpersonales nos serán valiosas.
PD:
Como un aporte para fortalecer tu hábito de lectura, te compartiré a tu email el libro “Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva” de Stephen Covey, en formato pdf. Escríbeme a mabril@abril.ec