Cómo los líderes pueden expandir su influencia a través de una nueva inteligencia, la Inteligencia Relacional - Mario Abril

La Inteligencia Relacional (IR) es la capacidad que tenemos todos para escoger la manera de relacionarnos con las distintas personas con las que interactuamos, determinando la calidad y el valor que le adjudicamos a cada una de ellas.

Aunque parezca novedoso hablar del tema, a la Inteligencia Relacional se la ha venido estudiando desde principios de la década pasada como un tema de vital importancia en distintos ámbitos.

En el año 2009, el profesor Steve Saccone (Southeastern University) publica su libro “Inteligencia Relacional: como los líderes pueden expandir su influencia a través de una nueva inteligencia”. El autor presenta una visión teológica de la Inteligencia Relacional tomando como ejemplo a Jesús como “genio relacional”.

Dejando de lado los rasgos religiosos de este libro,

Steve Saccone establece seis facetas que debe desarrollar una persona con una alta Inteligencia Relacional y argumenta por qué son esenciales para el líder.

Para él, a medida que los lideres alcancen una mayor IR, el mundo se convertirá no solo en un lugar más sabio e inclusivo, sino también más humano.

1. La primera faceta es la de “coleccionista de historias”. Una persona que siente que otro se interesa por ella confía y se deja guiar. Por otro lado, cuando una persona se interesa genuinamente puede identificar plenamente qué es lo que los motiva, qué tipo de vínculos son los que más valoran, cuáles son sus prioridades y anhelos. De esta manera se cultivan relaciones más sólidas, confiables, duraderas y rentables.
2. La segunda es la de ”portador de energía”. Las personas con lata Inteligencia Relacional saben identificar y aprovechar sus poderes internos para provocar cambios externos. Para poder cambiar el sentido de una situación es necesario poseer energía y fortaleza, características indispensables para cualquier tipo de liderazgo. Quien está alerta de su interior sabe lo que puede ofrecer y lo que no. Las personas dormidas interiormente difícilmente pueden aportar algo para la solución de problemas.
3. La tercera corresponde al “orador convincente”. No hay mayor verdad: cuanto más interesante se es como persona, más convincente se es como líder. Una alta IR provee la capacidad de discernir cuándo ser valiente, osado, audaz, controvertido y demás en el discurso. Los líderes relacionales entienden que las personas tienen un período de atención corto y están bombardeados por información, saben que para que sus ideas sobrevivan deben trabajar con diligencia e intención para captar la atención de su público.
4. La cuarta faceta es la de “conversador futurista”, donde el líder se da cuenta que cada conversación está llena de potencial para avanzar y crear cambios. El diálogo que establece tiene una intencionalidad futura, su vocabulario así lo demuestra. Para dominar esta faceta se debe mejorar la capacidad de formular los pensamientos propios antes de hablar. Se debe aprender a escuchar, inclusive aquello que no se dice. Se debe preguntar y no suponer. Esta faceta ayuda a la persona a ver la relación causa-efecto de cualquier cosa o problema, permitiéndole visualizar de hacia donde llevan las elecciones incluso antes de llegar allí. Además permite desarrollar la capacidad de hacer avanzar a las personas ofreciéndoles una perspectiva del futuro.
5. Luego tenemos la faceta de “héroe simpático”, la simpatía es una característica fundamental de la IR y se tiende a subestimar su efecto en el liderazgo del día a día. Cuando funciona correctamente, la interacción es agradable y fluida. Una de las máximas de la Inteligencia Relacional es: cuanto más simpático se es como líder, más rápido surge la confianza.
6. Finalmente tenemos al “inversor desproporcionado”, los líderes con una alta IR saben que existe una conexión entre el éxito y la inversión inteligente del tiempo y la energía relacional. Tiene muy claro que un consumidor siempre espera tomar algo de los demás y un inversor buscar siempre dar algo a los demás. En sus relaciones busca dar más que lo que toma.

Saccone concluye que muchos líderes buscan únicamente ser influyentes y monetizar sus relaciones, asignando valores cuantificables a las personas lo cual demuestra poca IR. Para este autor, la Inteligencia Relacional es aplicar habilidades interpersonales efectivas con amor, solo así el liderazgo tendrá un impacto de gran alcance.

En conclusión

Este libro expone una visión distinta del potencial de la Inteligencia Relacional, y exterioriza su importancia y utilidad en los diferentes ámbitos relacionales del ser humano, porque la vida misma es una suma de relaciones. ¿Qué piensan ustedes?

Referencias

Saccone, S. (2009). Relational Intelligence. How Leaders can expand their influence through a new way of being smart. USA: Jossey-Bass